El SEO se ha convertido en imprescindible para cualquier proyecto con presencia online. Aparecer en los primeros puestos de las búsquedas posibilita visitas y conversiones (que es la manera molona de decir ventas).
Esta visibilidad necesaria ha generado multitud de posts, artículos, libros y charlas que se podrían resumir en dos frases, una positiva y otra negativa:
– Hacer SEO es fácil, sólo tienes que hacerlo un poco mejor que quien está primero.
– Tu competencia también lo sabe.
Decide tú mismo cual es la positiva y cual la negativa.
Vamos desde el principio, el SEO es la mejora de la página para que los buscadores la consideren interesante y relacionada con las búsquedas que reciben.
Hacer SEO es crear una diferencia, a nivel de programación y a nivel de contenidos, entre tú y tu competencia que permita que tu página sea más representativa y que cumpla con los criterios de quien la busca.
Traduzco de nuevo, si solo haces SEO para las máquinas, no servirá de nada. Quien va a convertir en tu página es una persona, y si no le gusta lo que ve, se irá. Aunque tu página cumpla todos, absolutamente todos, los requisitos de SEO.
-Oiga, eso que dice se refiere a los contenidos, pero yo, es que soy programador, ¿no podría decirme si puedo hacer algo por mi cuenta?
En realidad no me refiero sólo a contenidos, estos son lo más visible, pero si no están bien apoyados en una base sólida, temblarán.
Antes de construir, debemos apoyarnos en tres bases sólidas:
La arquitectura de la web, la programación y el alojamiento.
La arquitectura de la web:
No he visto ninguna obra en la que los albañiles vayan colocando ladrillos a su aire y luego llegue el arquitecto y dibuje el plano. Pero en lo referente a las web sí hay quien lo hace así, y luego se quejan.
Los buscadores son máquinas, pero están empezando a pensar como humanos. Una de las características que han adquirido es que si les haces trabajar poco, te lo agradecen mucho.
Unas pocas ideas para facilitarles el trabajo:
- Evita URLs largas
- Incluye las palabras clave en ellas
- No tengas demasiados enlaces salientes por página
- Diseña una buena estructura de enlaces
- Borra todos los enlaces rotos.
La programación:
Esta parte es la dura, en la que tienes que convertir el plano en un edificio.
- Optimiza para varios navegadores.
- Menú principal visible desde todas la páginas.
- Evita redirecciones innecesarias.
- Crea un buen plano de tu sitio web.
El alojamiento:
Ya que estamos con el simil de la construcción, piensa que da igual el plano y los ladrillos, si el terreno no es adecuado, el edificio no soportará.
- Elige un nombre de dominio adecuado, puede contener palabras clave relevantes.
- Elige bien la extensión del dominio.
- Elige el país de alojamiento de tu web.
- Conoce a quien va a hospedar tu web.
Hay mucho más que hacer, pero eso para otro día.